Me
satisface darme cuenta de la cantidad de jóvenes que buscan cambiar el mundo y
que se motivan para aportar algo a la sociedad y que sin esperarlo han llegado
muy lejos.
En
primer lugar de acuerdo con Jack Andraka, pienso que la motivación también puede
surgir del sentimiento de pérdida o quizá sea uno de los más poderosos
detonantes de ella, porque quizá percibes que hay algo que puedes hacer para
cambiar las cosas o la vida de otras personas. Jack se motivó a investigar
sobre el cáncer de páncreas porque uno de sus amigos murió debido a esa
enfermedad y él quería saber el motivo de su diagnóstico tardío.
Andraka habla sobre la limitación de obtención de
información para su investigación y todos los obstáculos por los cuales pasó
para patentar su invento: “Detector de cáncer de páncreas” y también manifiesta
su disgusto debido a que la información sea costosa en lugar de que fuera un
derecho para todos… ricos y pobres, hombres y mujeres y de cualquier
diferenciación social que hemos construido. Aquí podría incluir la privación en
Andraka como la falta de apoyo y poca información; cómo un reforzador, el generar algo que
modifique la realidad de él en otros.
El
trabajo revolucionario y expresión social que han manifestado tanto Yousafzai
como Wong, ambos adolescentes de 17 años, cada cual en su respectiva nación han
luchado por generar cambios sobre todo en los derechos de los estudiantes de su
país y a pesar de la adversidad que han vivido y que seguirá mostrándose, ellos
saben las razones que los llevan a luchar contra la represión, generando
consciencia en su sociedad y mostrando a través de sus vidas mismas que el
cambio empieza en uno mismo, en cada uno de los corazones que laten y que
conforman la posibilidad y la esperanza de un nuevo mundo.
Los
cambios sólo se manifestarán si llegamos a comprender la razón por la que hemos
venido, ¿Qué misión elijo? ¿Cuál es la razón de mi vida? ¿Qué camino decido
recorrer? ¿Por qué y para qué lo hago?
No hay comentarios:
Publicar un comentario