¿Cómo no extrañar tu compañía?
¿Cómo no recordar que en nuestros mejores tiempos tus besos y tú, fueron medicina?
Para serte franca...
Deseo acoger, hoy como en otros días al olvido;
y no por despecho, lo quiero para ganar salud,
la confianza en mí misma no está del todo bien.
Mi corazón huele desde lejos, está herido y la sangre que ya no basta,
se riega...
La herida es profunda
y te llevo en ella.
Mi interior se ofusca, me niego a servirle al dolor y al miedo;
yo que en otros tiempos le serví al amor, a la paz.
Para serte franca, no espero nada.
Ni pronto, ni hoy, ni mañana,
para serte franca no quiero nada.
Para ser franca y cierta, la edad del sol me basta
así como reconocer tu existencia.
El volver, el volver...
como si fuera como hacer un pastel.
¡Oh... alma mía!
Aquí es todo o nada.
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